Tener un inventario de variedades de cortes de carne en nuestro congelador puede ser muy práctico para atender tanto las necesidades de nuestro menú diario, como para atender ocasiones especiales.
Es necesario que tomemos en consideración algunos consejos para congelar las carnes y así lograr que perduren por más tiempo:
– La carne debe ser fresca y de buena calidad. Hay que congelarla lo más rápido posible del momento que la obtenemos.
– Los cortes de carne de gran tamaño, pueden envasarse en bandejas de poliestireno expandido, cubiertas con film auto adherente.
– También podemos dividirla en porciones de acuerdo a nuestras necesidades y hacer paquetes en bolsas plásticas con sello tipo Ziploc®.
– Se recomienda congelar la carne molida en bloques de ½ Kg (1 libra) compactándola muy bien.
– Debemos etiquetarlas y especificar bien el contenido, la cantidad y la fecha en que se metió al congelador.
– Eliminemos la grasa antes de congelar.
– La carne se puede congelar entre 6 a 12 meses, según el corte.
– Una vez descongelada, la carne cruda no deberá volver a congelarse a menos que sea cocinada y forme parte de un plato.
– En el caso de las aves, remueve primero los menudillos y lava muy bien con agua corriente por dentro y por fuera, seca con toallas absorbentes, cubre con papel de aluminio las puntas de las patas y las alas.
– Mete el pollo en una bolsa especial para congelar tipo Ziploc® y mete un una pajilla para sacar el aire cuando la cierres, ajusta la bolsa y desaloja el aire excedente, (intenta empaquetar lo mas al vacío que puedas usando la pajilla o popote como extractor del aire).
– El pescado o los frutos de mar, deben ser congelados lo más rápido posible. Si no se consumen frescos es mejor consumirlos en el menor tiempo posible, por eso se recomienda no hacer excesivas compras de ellos.