A lo mejor estás planeando hornear un pavo o una pierna, un pescado al vapor o incluso acentuar el sabor de una sandía. Para estos casos es que la técnica de inyectar alimentos es la más apropiada para acentuar sabores, condimentar y hacerlos más jugosos.
Utiliza un inyector o jeringa para inyectar alimentos antes de cocinar con tus adobos preferidos para realzar los sabores, o después de cocinarlos para añadir sabor y humedad extra a tus platillos.
Ten en cuenta estos tips para facilitar la técnica de inyectar alimentos:
1. Utiliza una jeringa o inyector para inyectar alimentos, son grandes y con agujas suficientemente firmes para no quebrarse en el proceso.
2. Los líquidos que vas a inyectar deben estar debidamente colados para no obstruir la salida por la aguja de la jeringa o inyector.
3. Lubrica la jeringa o inyector con un poco de aceite vegetal para que el caucho del émbolo corra fácilmente.
4. Para cargar de líquido a la jeringa o inyector, sumerge la punta metálica en el líquido y jala el émbolo hacia arriba lentamente hasta que esté lleno.
5. Para limpiar la jeringa o inyector usa agua y jabón de platos, desarma las partes y guárdalo separado para evitar daños con la punta de metal.
Adobos de acuerdo a cada tipo de platos
Para cada preparación hay un adobo indicado de acuerdo al tipo de plato:
1. Carne de res y bifes: puedes usar adobos tipo salsa Teriyaki, salsa Worcestershire, mantequilla con ajo derretida (colado).
2. Aves como el pavo y animales de caza como el cerdo: puedes usar salsa Teriyaki o de soya, jugo de naranja, jugo de limón, mantequilla derretida, vino blanco, jerez o cerveza.
3. Pescado: puedes usar jugo de limón, mantequilla derretida, vino blanco seco.
4. Frutas y postres: puedes usar Brandy, Cognac, Amaretto, Ron, esencias de sabor como vainilla, menta, almendra o canela.
Intenta esta técnica y verás los resultados luego de su preparación.