El complemento perfecto para una bola de queso crema con nueces, un queso brie, camembert, paté de aves o simplemente solo. Sírvelo con galletas o panitos para picar en una reunión y seguro les fascinará a tus invitados. También lo puedes poner como topping en una pizza o en una hamburguesa… delicioso!
Ingredientes
1 cebolla roja / morada
1 cebolla blancas
3 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
1/2 taza de azúcar o más dependiendo la cantidad de dulce que desees lograr
3 cucharadas de miel
3 cucharadas de vinagre balsámico
1 cucharada de vinagre blanco
Preparación:
Rodaja las cebollas. Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio, agrega las cebollas, ponles un poco de sal y de pimienta. Tapar el sartén y dejar cocinar durante 10 minutos hasta que se ablanden las cebollas, removiendo eventualmente con una cuchara de madera. Si las cebollas se secan, añadir un poquito de agua y continúa cocinando.
Incorporar el azúcar con una cucharada de agua y remuover hasta que ésta se disuelva y el agua se evapore. Añadir miel, vinagre, revuelve constantemente hasta incorporar y tapar nuevamente la sartén. Cocinar a fuego lento durante 5 minutos más o hasta que las cebollas formen un sirope de consistencia similar a la mermelada de frutas. Si no espesa, subir un poquito el fuego.
Si has terminado el procedimiento y no las sientes suficientemente dulces, agrega un poco más de azúcar y agua, sube el fuego y deja que evapore a sartén abierto.
Retirar, dejar enfriar y servir.
Me encantan, aunque no tan dulces y con unas gotas de limon en lugar del vinagre.